martes, 28 de julio de 2015

Como hablarle a tus hijos sobre discapacidad

Publicado por Carolina Cervantes en 15:46 1 comentarios

Como madre de una niña con parálisis cerebral quiero para mi hija un mundo donde la integración, la tolerancia y el respeto sean una realidad. La mejor manera de cambiar esta realidad es iniciar a nuestros hijos por este camino es hablarles de manera clara y sencilla sobre la discapacidad.

La actitud de los padres es fundamental para que los niños acepten a las personas en condición de discapacidad. Nosotros como padres somos su modelo de conducta, debemos relacionarnos con total naturalidad ante cualquier persona que presente algún tipo de discapacidad, ese tipo de comportamiento será su mejor referencia.

La aceptación hacia la discapacidad debe ser clara, no podemos contradecirnos, por ejemplo: Decimos que todo está bien, que se debe tratar a una persona en condición de discapacidad con respeto, pero nuestros gestos y acciones dicen otra cosa, desviamos la mirada o simplemente evitamos hablar del tema. En ese momento enviamos un mensaje confuso a nuestros hijos, he ahí la importancia de nuestra actitud.


Debemos tener cuidado con las palabras que usamos al referirnos a una persona con discapacidad. Es muy importante no usar términos hirientes como "mongólico, retrasado, idiota, retardado, lento, enfermito, incapacitado, inválido" entre otros. También referirse a los niños sin discapacidad como niños "normales" ya que eso implica que los otros niños no lo son.

Lo ideal es que le enseñemos a las nuestros que todas las personas somos iguales pero que tenemos características distintas, podemos tener muchas cosas en común, gustos, sueños, metas, sentimientos.
Debemos dejarles claro que las diferencias no son malas, sino que nos enriquecen, nos complementan y nos hacen únicos. Que el hecho de que algunos niños demoren mas en aprender a caminar, o tengan alguna dificultad para moverse, para relacionarse con otros, para escuchar o para ver, no significa que no puedan tener una vida plena o que no puedan disfrutar de las mismas cosas que los demás, como jugar, tener amigos, ir al colegio y sentirse amados.

El respeto hacia la diversidad es la aceptación real de la discapacidad. Los niños no deben sentir lastima por las personas en condición de discapacidad, sino respeto, valorar sus capacidades y logros.
Debemos explicarles a nuestros hijos que los niños en condición de discapacidad necesitan de algún tiempo adicional para conseguir ciertas metas, pero por otra parte pueden poseer habilidades que otros niños no tienen, así que eso los hace igual de valiosos a cualquier otra persona.

Lo ideal es responder de manera clara y sencilla las preguntas sobre discapacidad que nos puedan hacer nuestros hijos, pero hacerlo de una manera tranquila, por ejemplo: Si un peque nos pregunta por qué ese niño no camina o no habla, hacerlo de una manera simple, si muestra un poco mas de curiosidad se le debe aclarar que su condición no le impide ser feliz, que es un niño como cualquier otro, que juega, aprende, le gusta divertirse y tener amigos. Alguna vez escuché a una niña decirle a su mamá que la alejara de Mariana porque "se le iba a pegar" lo que ella tenía, algunos niños piensan que la discapacidad es contagiosa, hay que explicarles que eso no es así, que es algo que se da por diferentes motivos, pero que no se pasa de una persona a otra. 
Frases como "No lo mires" "No te acerques" cohiben al niño de relacionarse con cualquier pequeño en condición de discapacidad, puede llegar a pensar que la discapacidad es algo malo y de lo que se debería sentir vergüenza.

Espero que estos consejos les sirvan a la hora de explicarle a sus pequeños de que trata la discapacidad, si tienen alguna duda o pregunta no duden en contactarme a mi correo blogeloficiodesermama@gmail.com

jueves, 23 de julio de 2015

De pelea con el diagnóstico

Publicado por Carolina Cervantes en 5:31 0 comentarios

Otra vez abandoné el blog por razones ajenas a mi voluntad, no crean que no me da remordimiento, porque instalé la app de Blogger en mi celular para situaciones como esta pero solo la usé una vez. En fin de eso no se trata el post...

Por cuestiones del sistema de salud de este país, me tocó llevar a Mariana a cita con Psiquiatra Infantil, nos atendió un doctor bastante joven, de no más de 30 años, el doctor sin haber compartido con ella en el mismo consultorio más de 10 minutos y después de hacerme una serie de preguntas muy básicas sobre su nacimiento y desarrollo motriz y físico, concluye que la niña tiene un "Retraso cognitivo avanzado" y que a pesar de las terapias de lenguaje "No logrará hablar, sólo lo seguirá haciendo por señas" (Vale la pena agregar que el lenguaje de señas que utiliza Nana fue creado por ella misma y su necesidad de comunicación, nadie se lo enseñó). 
En fin, mientras el doctor hablaba yo sólo asentía con la cabeza, le hablé de lo bien que le iba en el colegio, de lo que había aprendido y me dijo con voz firme "Y de ahí no va a avanzar más". Me quedé callada, me despedí y salí del consultorio. 

Todas las mamás sin excepción decimos que nuestros hijos son los mejores, los más lindos e inteligentes y jamás dejamos que nadie nos cuestione esa percepción. Pero en algunos casos debemos ser bastante objetivas. ¿Por qué hago esta aclaración? Sencillo, si mi familia y yo viéramos que la capacidad cognitiva de la niña no era suficiente para asistir a un colegio y llevar al cabo todas las actividades que conlleva un proceso académico, por más básico que sea, no hubiéramos gastado energías en colocarla en un colegio, no sólo por el gasto económico que este implica, sino por la frustración que sentiría la niña al no poder realizar las actividades escolares de manera correcta. 

Nana empezó el colegio este año y todo lo que he escuchado de parte de su profesora han sido elogios. Me habla de lo perseverante que es, de lo mucho que le gusta trabajar en rasgado de papel, pintura, plastilina, etc, que conoce los números, las figuras geométricas, las vocales y algunas consonantes, que lee algunas palabras, que le gusta compartir con sus compañeritos, incluso a veces regaña a los niños que se portan mal y hasta tiene un grupo de amiguitas más grandes que ella con las cuales sale a recreo! Todos la quieren y la cuidan mucho. 

Esta semana en el acto cívico de la celebración del 20 de Julio Mariana fue premiada con  una medalla por su excelencia académica. Obviamente estoy muy feliz y orgullosa de mi bebé, sobretodo porque ella se está encargando de mandar a la basura el diagnóstico que dio el psiquiatra infantil.  
Es mi hija, yo la veo crecer día a día, sé cuales son sus capacidades, limitaciones y sé hasta dónde puede llegar, así que nada de lo que logre me va a sorprender, porque ella no tiene límites, está hecha para grandes cosas, el psiquiatra infantil puede decir lo que quiera pero la mamá soy yo, mi fe y mi confianza están en ella. Ella pelea con el diagnóstico. 
 

 

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