jueves, 1 de mayo de 2014

Mamá en remoto

Publicado por Carolina Cervantes en 14:32

Desde hace 3 años y medio he estado sufriendo de unas migrañas horribles y episodios de epilepsia, los cuales hasta hace unos pocos meses nadie sabía porque eran causados ni que pasaba en mi cabeza. A pesar de las incontables medicinas, exámenes diagnósticos y hospitalizaciones no hallaban una respuesta. Llevo poco más de una semana hospitalizada y la verdad me estoy volviendo loca a pesar del llamado a la calma y la tranquilidad que todos me hacen.

Lo mío es apagar incendios antes de que empiecen, soy una control freak y no me avergüenza admitirlo. Todo tiene que ser perfecto, desde un simple cambio de pañal hasta las medicinas para la epilepsia.
Estando en remoto es difícil manejar todo: Me preocupa sí Nana come bien y se come todo, sí se toma el tetero con el Pediasure, sí llora para dormir, sí pregunta por mi o peor aún, sí me extraña. ¿Yo que puedo hacer desde la cama de esta clínica además de montarme tremendas epopeyas cinematográficas?

Cuando todo parecía "bajo control" y creí que podía calmarme porque todo saldría bien, me llama mi papa y me dice que Nana tiene fiebre y un flujo amarillo verdoso en el pañalito, me pregunto que debía hacer. Honestamente me provoco quitarme la IV y salir corriendo a atenderla. A distancia le di las instrucciones necesarias: baño, cantidad y frecuencia de la medicina, signos de alerta etc. A la final tuvo que llevarla al pediatra porque la fiebre persistía y mientras sea de esta manera, ella está en riesgo permanente de convulsionar. La ida al pediatra es otra odisea, que si llevaba todo lo necesario en la maleta, la ropa adecuada, mantas, baberos, medicinas, aaaaahhhh (si, estoy loca). A la final le mandaron vitamina c, jarabe para la fiebre, mucha agua y laboratorios de control. De regreso a casa no quería comer, y claro, para estos casos especiales tengo mi super receta especial, un caldo de papa y fideos que lo cura todo! Y yo en esta berraca clínica sin poder hacer nada... ¿Entienden mi preocupación?
El llamado del público en general es: "No te preocupes Caro, Nana está en buenas manos, tu concéntrate en tu recuperación," pero  la verdad es que como la mujer obstinada que soy, me entra por un oído y me sale por el otro. Ahorita mismo soy más frustración que mamá, quiero irme a mi casa a abrazar a Nana, a darle su patico Pequeñin o su Pony y saber que duerme tranquila y en paz a mi lado. 

Yo no se cómo hacen esas mamás que todo lo manejan en remoto, por más que lo intente no puedo. Si van a volver a decirme que soy una loca sobreprotectora, ¡NO ME IMPORTA! Prefiero ser así a una de esas mamás que no sabe ni siquiera cuanto Dolex hay que darle a los hijos y que esperan que los demás hagan todo por ellas.
Nana necesita una mamá sana para que la cuide, no una mamá chueca con déficit neurológico que no puede ni hablar. Por eso me voy a tranquilizar, aun me quedan muchos días en la clínica y otros más en recuperación. La calma y la tranquilidad en mi vida tienen nombre propio, respirar profundo y seguir...

PS: Mi vicio es escribir, redacte esta entrada desde la mini pantalla de mi celular, no me aguantaba las ganas y necesitaba desahogarme jajaja. Gracias a Julian por publicarlo en mi blog.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Caro no sabía que estabas en el hospital. Tengo en semi abandono todo.
Que es lo que pasó!? Espero que te den una respuesta ya. Que todo este bien y que pase rápido.
La procuración la entiendo de sobra, y más cuando tu hija necesita atención constante.
Fuerza Caro, para berracas tu :) y saldrás triunfante.

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